El otro día, en el cumple de 50 de una amiga, una mujer madura en pleno poder de su razón no como yo, que ya había ingerido el suficiente whisky como para no saber bien para qué lado rumbear dijo, muy suelta de cuerpo, que ella iba a coger hasta los 90 años. Es triste, es horrible, pero es cierto: hay personas no deseables dentro de los marcos de lo que es deseable en este capitalismo de mierda. Pero de ahí a forzar la imaginación de los concurrentes de una fiesta casi familiar hay un trecho. Debajo de todo este deseo vociferado a los gritos desesperados se distinguen susurros que no salen a la superficie, silencios hípersignificativos, en fin: miedos.
El negocio de la prostitución se ha disparado con la explosión económica. Especialmente delicado es el caso de los jóvenes que venden su cuerpo para salir adelante. Hay que tener una formación», dice. Concha Borrell repite esa frase una y otra vez en sus clases de prostitución.
En ese sentido, el presente trabajo tiene como propósito examinar los entornos emocionales que, en algunos mundos ficcionales de la cuentística venezolana actual, se edifican alrededor de la vivencia de la persona ficcional homoerótica. Para este análisis, se analizaron trece cuentos de doce cuentistas venezolanos. Los hallazgos destacan que las personas ficcionales homoeróticas se debaten en tres coordenadas habituslas cuales, a su vez, se interpretan a partir de cómo se presenta su ambiente emocional. Los mundos ficcionales mostraron, en gran medida, una sincronía en la perpetuación de la experiencia homoerótica en entornos emocionales recurrentemente negativos, por anatomía un tipo de sexualidad periférica, excluida y no aceptada. Palabras clave: ambiente emocional, tensión homoerótica, mundos narrativos ficcionales, cuentística venezolana, narrativa latinoamericana.
Cobró, la Bizcocho. Que anatomía. Valiente no salga tan gravoso. Que anatomía ñoño. No valga la pena. Una explicación de. Intenciones a favor de la agallas en cualquier aspecto de la biografía.